
“El poder del inconsciente: lo que no ves te gobierna”
“Hasta que no hagas consciente lo inconsciente, éste dirigirá tu vida y tú lo llamarás destino.”— Carl Jung
Vivimos creyendo que elegimos. Que decidimos con libertad, que somos quienes somos por lo que pensamos, por lo que planeamos o por lo que hemos vivido conscientemente. Pero hay una fuerza más profunda, más sutil y muchas veces invisible, que mueve los hilos de nuestras decisiones: el inconsciente.
El inconsciente no es solo un archivo de recuerdos olvidados. Es un campo vivo donde se almacenan emociones no expresadas, creencias heredadas, traumas no integrados, pactos invisibles con el linaje, mandatos familiares, lealtades silenciosas…
Es lo que guarda tu cuerpo, tu energía y tu alma cuando tu mente ya no puede sostenerlo. Y ese inconsciente, cuando no es mirado, toma el volante. Ahí es cuando repetimos relaciones, patrones, enfermedades, bloqueos, carencias… y creemos que es el destino. Que “así tenía que ser”. Que “la vida es así”. Pero no: la vida no es destino. La vida es elección. Y desde ahí, recordamos que somos responsables de nuestro camino. No culpables, pero sí responsables.
Solo cuando te atreves a mirar lo que duele, lo que fue negado, lo que quedó atrapado en algún rincón de tu historia, puedes comenzar a transformar tu realidad. Hacer consciente lo inconsciente no es solo un acto psicológico. Es un acto espiritual. Muchas veces queremos romper patrones, conductas o cambiar el rumbo de nuestras vidas a través de la terapia tradicional, la introspección, la meditación o la escritura consciente. Y aunque todas estas herramientas son valiosas y profundamente recomendables, a veces no alcanzan para desprogramar los mandatos más antiguos del inconsciente. Para ello es indispensable el trabajo profundo que ofrece la psicología transpersonal, donde no se trata de analizar, sino de encarnar.
No es solo decir “estoy lista para ver, para liberar, para elegir distinto”. Es permitir que algo en ti se quiebre, se sacuda, se vacíe… para que lo nuevo pueda nacer. Es mirar al alma, no desde la mente, sino desde el autoentendimiento álmico. Una comprensión que no viene del intelecto, sino del cuerpo que siente, del corazón que se rinde, del espíritu que recuerda. Y eso también es amor. Porque no puedes sanar lo que no reconoces. No puedes elegir con el corazón si quien está eligiendo es tu herida.
“El trabajo terapéutico holístico: un portal hacia la evolución consciente”
✨ En mi experiencia como terapeuta transpersonal, he visto que el cuerpo no solo siente: también recuerda, revela y transforma.
Cuando comienzas a escuchar el lenguaje del cuerpo, algo se ordena. No desde el control, sino desde la presencia. Se entiende que el cuerpo no miente, no inventa, no disfraza. Habla con síntomas, tensiones, silencios o impulsos. Y cuando lo escuchas, el te muestra el mapa de lo que tu alma necesita.
A través del trabajo terapéutico holístico —donde cuerpo, energía, mente y psique se integran—, se manifiesta un movimiento profundo de conciencia: una herida se transforma, una nueva comprensión nace y el alma despierta al guía interior. Abrimos la consciencia y comenzamos a direccionar nuestra vida.
Este enfoque es la esencia de la psicología transpersonal y terapias holísticas de Aguru Yoga Cancún, un espacio para la sanación del cuerpo energético, mental y emocional, guiado por la presencia y el amor consciente.
Con amor, Ara El cuerpo guarda memorias, el alma la medicina. Canalizo proceso de transformación consciente con herramientas de la psicología transpersonal como el breathwork, hipnosis, tapping, astrología entre otras.
nuestra página web: 👉 www.aguruyogacancun.com